El Golpe
- tbradgarner
- 16 feb
- 18 Min. de lectura
Actualizado: 17 feb

The Sting
Faltan 2:47 para el final del 3er cuarto. Los Eagles tienen el football, pistol formation, no es la primera ni mucho menos del partido. Muchas fueron, lógicamente, jugadas de carrera de Barkley que, salvo posiblemente una excepción en el drive anterior, la defensa de Spagnuolo, focalizada en él, ha conseguido parar toda la noche. Promedia unas 2 yardas y poco por acarreo, una increíble nimiedad, aparentemente, pero el OC Kellen Moore no para de, y esto es muy importante, seguir intentándolo, tiene su porqué. Philly forma con los 2 TEs en el lado derecho de la línea, Calcaterra y Goedert. Los Chiefs despliegan en muchas jugadas two high safeties en cover 2 man, mezclando la defensa al hombre con una cobertura zonal que apoye a la primera para evitar sustos grandes. Quieren tener bien sujeto a Barkley con un front seven populoso, pero a la vez cubrirse las espaldas de los ataques de los WR estelares de la ciudad del amor fraternal, con una especie de brackets, doble cubertura, con CB y safety.
Goedert en motion hacia el slot izquierdo, el safety Justin Reid avance hacia la LOS vigilándolo. Los Chiefs defienden buena parte de los snaps esta noche en base, con 3 en la línea de LBs, a veces es un tercer safety el que se sitúa ahí, pendientes de parar a Saquon. Pero nunca hay que olvidarse de las matemáticas, en el football son muy importantes. En esta ocasión hay hasta 4 jugadores ahí. Los LBs Chenal, realmente incrustado en la DL, Bolton y Tranquill, y el mencionado Reid. Sólo queda un safety profundo, Bryan Cook. Brown a la diestra, y Smith a la siniestra están muy abiertos y cubiertos por los CBs McDuffie y Jaylen Watson respectivamente, que llevan ambos una mala noche. En el último momento Reid intenta retrasarse, intuye algo.
Balón en movimiento, play action, no es carrera, es pase. Hasta siete jugadores de KC han picado y están metidos en el tráfico en hora punta de la LOS. Los dos receptores salen, Goedert, desde el slot izquierdo también. Recuerden, 4 defensores para tres posibles receptores. Cook se escora a su izquierda, la derecha del ataque, para doblar a Brown ayudando a McDuffie. Del otro lado tenemos a Goedert y a Smith, el TE corre una ruta out llevándose a Reid con él, y claro, ya tenemos los que Sirianni andaba buscando: un one on one ventajoso, Smith contra Watson, al que el veloz receptor se come con patatas fritas…el football vuela y vuela como si no hubiera un mañana.
Hurts, no se olviden, que siempre pasa, y me incluyo, no es para nada mal lanzador, ni muchísimo menos. Carga con un sambenito perpétuo de corredor haciendo de QB o similar, pero los pases profundos fuera de los números son marca de la casa. El balón va exactamente al sitió que tiene que ir, una daga al corazón de la endzone y de la Chiefs Nation, a las manos de DeVonta Smith que atrapa esta bomba de 54 yardas aéreas para reventar el marcador, a KC y la Super Bowl. 0-34 en el jumbotron…menuda paliza señoras y señores, ko total, absoluto. Todo lo que queda de cuarto, más el último, es garbage time. New Orleans es verde, pero verde, que te quiero verde. Los dos veces vencedores y defensores del título, que tenían en la mano reventar la Historia, yacen de rodillas totalmente derrotados, destrozados, destripados, abiertos completamente en canal. ¡¡¡Volad águilas, volad!!!
En mi cabeza, que siempre suceden cosas raras de este tipo, al contrario de lo que pensaba al comienzo de la final, imaginando actos heroicos, épicos… empezó a sonar una melodía muy reconocible, familiar, famosa en el mundo entero, juguetona, la banda sonora de la fabulosa película El Golpe. Consejo, les recomiendo leer el artículo al son de esta canción.

Subconsciente o inconsciente
No hay nada como una Super Bowl. Toda la emoción cocinada a fuego lento durante las últimas semanas de postseason, la última sólo y exclusivamente centrada en los protagonistas, explota en el paladar el Super Sunday. Un pregame maratoniano sigue calentando el fuego, entre análisis rápidos e historias relacionadas de todo tipo, unas más acertadas que otras, que seguramente, de uno u otro modo, ya hemos visto, oído y leído en nuestra búsqueda voraz de luz.
Durante todo este tiempo uno va elucubrando posibles escenarios, distintas finales, distintos universos. Los amigos que se quieren incorporar a este mundillo preguntan y preguntan y uno va intentando razonar lo que tiene en la cabeza lo más concretamente posible, no se trata de matarlos por sobredosis, uno se da cuenta que no puede dar rienda suelta a la sin hueso. El tornillo te falta a ti, no a ellos.
Finalmente comienza el encuentro y esas, mínimo, 4 horas largas que tenemos por delante, dan siempre para un sinfín de hilos argumentales; unos esperados, pero siempre hay sorpresas, de los que estaremos hablando sin parar un montón de tiempo, en algunos casos para siempre, que se lo digan al casco de un semidesconocido aquel día David Tyree.
Pue bien, uno, como iba diciendo, uno va haciendo sus cábalas toda la semana, preparando distintos escenarios, realidades posibles, temas asociados, etc también para este artículo, claro, según el final vaya por un derrotero u otro. Les tengo que decir que, ese 0-34 en el electrónico en ningún caso lo esperaba, no way!!. Me pilló completamente a contrapié, con la boca abierta. Tuve que tirar todos los apuntes previos, todas las ideas que había pergeñado, salvo una, ya que la verdadera reina del encuentro fue la defensa de Vic Fangio, y eso estaba en las quinielas. Lo que no estaba era el grado de dominio. La ofensiva de Eagles al final fue una grata sorpresa, repitiendo la actuación de hace dos años. Los Chiefs, como equipo, y particularmente su ofensiva, fue un absoluto desastre.
Haré caso de lo que dictan mis sensaciones, el subconsciente, o aún más profundamente, el inconsciente…o lo que sea. Le daré rienda suelta casi como si fuera escritura automática porque si no, no tendré artículo.
El cine, el séptimo arte, no deja de ser una fábrica de ilusión, de magia, donde lo real parece ficción y viceversa. El Golpe, la película de 1973 es, además, literalmente, eso mismo, un juego constante de apariencias, donde el director supuestamente va dejando que el espectador sea consciente de todo, mientras va preparando a su espalda, de manera muy tramposa, cómo no podía ser de otra manera, la verdadera explicación de los acontecimientos. No deja de ser una especie de muñecas rusas, de Matryoshkas, un argumento finamente elaborado, intrincado con precisión, una capa sobre otra, para al final, dejar caer el telón mostrando la realidad, dejando a uno con la boca abierta, levantado de su butaca y aplaudiendo…como en esta Super Bowl. Qué placer sería poder volver a ver la película como si fuera la primera vez, no conociendo su final, dejándose sorprender una y otra vez, como cada año por estas alturas de febrero.

The players
La película del hoy casi olvidado George Roy Hill se va estructurando por capítulos, así que seguiré, más o menos, en la medida de lo posible, este esquema. Todo empieza al final de la Gran Recesión, estamos en los alrededores de Chicago en septiembre de 1936, donde, al igual que en todo el país, filas de pobres inundan las calles de este rincón de Illionis, mientras unos estafadores de tres al cuarto de los bajos fondos le dan el palo a un pisaverdes, a un lechuguino atildado, cuyos mocasines tienen más valor que toda la ropa a la vista junta, eso sí, no saben quién era el primo, en este caso, un correo de un capo mafioso importante, Lonnegan, con el dinero de la recaudación de las apuestas de todo un día. En represalia, el villano, como quien da un manotazo a una mosca, matará al mayor de ellos e irá tras el joven, Robert Redford, que finalmente consigue escapar. El deseo de venganza es la llama que hace prender la película.
12 de febrero de 2023. El confetti rojo, amarillo y blanco inunda el State Farm Stadium de Glendale, Arizona. Los Chiefs comenzaron ese día una carrera vertiginosa de tres años contra la Historia que acaba en New Orleans. Sus principales figuras, por todos conocidos, Mahomes, Reid, Spagnuolo, Kelce, Jones…también estaban el domingo pasado a punto de tirar la puerta abajo asaltando lo que siempre pareció un imposible, el three-peat.
A lo que iba, KC acababa de vencer a unos excelentes y sorprendentes Eagles, que se habían presentado con una DL monstruosa que amenazaba a Mahomes. Howie Roseman, tras ganar la Super Bowl LII a los Pats de Brady había reconstruido milagrosamente el equipo tras implosionar tras la bajada a los infiernos con Wentz.
Sirianni, su HC, ex OC de los Colts de Frank Reich, era casi un desconocido que no había empezado con buen pie en una rueda de prensa extraña, un poco a lo Dan Campbell. Ésta estuvo llena de referencias confusas y nerviosas a plantas, flores, riegos…como si fuera el jardinero de Bricomanía…había dejado muchas dudas. A pesar de este raro comienzo, llevaba en su 2º año a la gran final a su equipo, tras ser eliminado el año anterior en la ronda de Wild Card.
La defensa del DC Gannon consiguió limitar a los de Missouri en el primer tiempo, pero no llegó a rozar finalmente a la estrella de KC, que remontó el encuentro en la 2ª mitad, como tantas otras veces hacen los de la llamada París de las llanuras. En el parade, su OL luciría orgullosa una camiseta que rezaba “0 sacks”. Después del encuentro, tanto él, como el OC, Shane Steichen abandonarían la franquicia de Pennsylvania con sendos puestos de HC en Arizona e Indy respectivamente. Vic Fangio, que ejerció ese año de consultor, de asesor defensivo, se iba a quedar con el puesto de Gannon, pero una oferta de Miami para ser su HC echó abajo los planes.
Jalen Hurts, cuya carrera colegial y profesional fue, y sigue siendo, una montaña rusa, jugó el partido de su vida, impulsó a Philly a la orilla del Lombardi Trophy, donde por pulgadas, se quedó corta. Su tristeza en rueda de prensa era evidente mientras repetía una y otra vez que o ganas o aprendes. Se suele decir que, si llegas a tu primer Gran Juego y pierdes, vete tú a saber cuándo podrás volver al gran escenario y ganar. Sólo 3 QBs hasta la fcha han conseguido anillo tras perder su primer Super Sunday: Len Dawson, Bob Griese y John Elway, ha llovido.
Hurts lo tenía claro, fue un momento que cambiaría su vida deportiva. Realmente todos ellos, Roseman, Sirianni, Hurts, la plantilla al completo, vieron que eran suficientemente capaces de derrotar a Mahomes and cia, pero se les habían escapados vivos. Juraron volver y ganar, querían venganza, ese partido era una espina clavada muy dentro.

The hook
Escapando del mafioso, Redford aconsejado por su amigo antes de morir va en busca de un maestro de los timos venido a menos, pero que se sabía todos los trucos de la profesión, Paul Newman. El viejo asesinado (el actor era el padre de James Earl Jones, la voz de Darth Vader…¡qué voz!) era toda una institución entre los delincuentes por lo que tanto Newman, como todo el gremio, clama venganza contra Lonnegan.
Paul reúne a sus amigos más excelsos y traman la manera de vengarse embaucando al capo. Buscarán explotar sus debilidades: su orgullo, sus trampas, el póker y las apuestas a los caballos. Idearán una especie de timo de la estampita gigantesco que comenzará con un gancho en una partida de póker en el tren NYC-Chicago donde Paul Newman se hará pasar por un borracho rico con ganas de perder unos miles de dólares a las cartas. Como no, al final, éste, que sabía de las malas artes de Lonnegan, iba preparado para hacer una trampa aún más gorda y llevarse todo su dinero. Redford, que hará de subalterno de Newman, simulando estar hasta el gorro de éste, dejará caer al mafioso, después del desplume, una manera de estafar a su supuesto jefe. El capo, suspicaz por naturaleza, a pesar de todo, no descarta el asunto.
Volvemos al football. Después de un 2023 que comenzó esperanzador para Philly todo acabará como el rosario de la aurora. El colapso final llevará a la franquicia a reinventarse de nuevo, y van... Apostarán fuerte por una manera diferente de jugar, a la vieja usanza, considerada anacrónica, volverán a correr. Apuntalar la OL y contratar al mejor RB del mercado, en este caso a Saquon Barkley, por un dinero que no estamos ya acostumbrados a ver ace tiempo hace que toda la liga se fije en el movimiento, incluido, me imagino, KC.
Lo que se estaba fraguando en el patio trasero, sin tantos focos, era una de las mejores defensas que se recuerdan. La defensa zonal de Vic Fangio está ideada para mitigar equipos con grandes QBs como Mahomes. Jugadores nuevos reinventados como el LB Zack Baun, rookies como los CBs DeJean o Mitchell, jugadores que formaban la defensa de la ganadora de Georgia como el LB Nakobe Dean, el DT Jalen Carter y el edge Nolan Smith Jr se unían a veteranos que habían salido derrotados en 2023 como Graham, Sweat, Milton Williams, Blankenship, etc.
El comienzo no fue nada bueno. Demasiadas lesiones, demasiado ruido alrededor de Sirianni, que parecía que sobraba. El nuevo OC Kellen Moore no parecía dar con la tecla para integrar el juego de Hurts con el de Barkley, y la defensa no acababa de asimilar los conceptos de Fangio. Después de las lesiones y el bye la defensa se asentó poco a poco, Barkley empezó a aparecer, hasta que, mediada la temporada, mediante big plays sacadas casi de otras décadas, hizo converger, de nuevo, toda la potencia de los focos. Cabe recordar la mirada nostálgica El Golpe hacia los años 30 y su famosísima banda sonora, que me ametralla la cabeza, que no deja de ser un anacronismo, ya que las melodías ragtime de Socott Joplin, fallecido en 1917, eran un homenaje a la América del cambio de siglo. Una muñeca dentro de otra, dentro de otra….
Los Eagles, por tanto, aunque empezando a ganar, con numerosos problemas y agujeros en su juego, podrían parecerse a ese borracho despreocupado que veía Lonnegan desde su lado de la mesa, una presa fácil.

The tale
La unión de todos los delincuentes reunidos por Newman va desplegando delante de las narices del mafioso el elaborado plan para que el capo, ya picado el anzuelo, no se dé cuenta de que está siendo arrastrado por el sedal. Convierten de la nada, en un santiamén, un local vacío en una oficina de apuestas bajo la dirección de Newman. Redford convence al capo de que tiene un contacto en la oficina de telégrafos que le pasa los resultados de las carreras de los caballos, retrasando la comunicación de estos unos minutos a las casas de apuestas, pudiendo ellos aún apostar y ganar sobre seguro. Lonnegan, resentido, orgulloso, avaricioso y suspicaz a partes iguales va tragándose todos los trucos, a cada cual más hilarante.
La temporada avanza, Philly se entona basada en ese juego poderosísimo de carrera, eso sí, con grandes golpes, más que sostenido, y, sobre todo, en los momentos finales de los partidos. Hasta ese momento era la defensa la encargada de aguantar que el rival no se escapara. El juego aéreo no aparecía; A.J. Brown, incluso, fuez cazado (uno ya piensa que fue hasta un truco) leyendo un libro de autoayuda en pleno partido en las sidelines (convirtiéndose por supuesto en un bestseller instantáneo) como si la cosa no fuera con él.
Hurts seguía luchando por encontrar un ritmo que parecía no llegar. La clave podría ser parar ese juego de carrera tan poderoso fundamentado en la OL y en Barkley. Pero uno a uno, todos los rivales iban cayendo. Salvo un partido contra Commanders, con Hurts conmocionado, y una gran actuación de Daniels, los partidos de Philly se contaron por victorias. En el NFC Championship Game, tras simplificar las lecturas de Hurts, confiar más en rpos, options y carreras diseñadas para Hurts, finalmente parecieron ligarse el juego de pase y de carrera…pero bueno, la defensa de Washington no pasa por ser una de las dominantes de la liga.
Los Chiefs, por su parte, no pararon de ganar. Y lo hicieron de cualquier manera imaginable, e incluso inimaginable. Era incluso sádico. Los rivales probaban una cosa, la contraria, cambiaban su manera de jugar, incluso su filosofía, lo que fuera… aunque los tuvieran aparentemente en el suelo, al final siempre ocurría lo mismo, Mahomes y los suyos parecían llevar siempre la delantera y salir con la suya. Parecía hasta cosa de magia. ¿Recuerdan al Enterrador salir de su ataúd?….lo mismo. El trio Mahomes, Reid y Spagnuolo es invencible y la fuente de esta carrera loca hacia el three-peat.

El Golpe
Finalmente llega el momento de saldar cuentas. El gran día, Lonnegan convencido ya de la trampa del telégrafo, no oliéndose nada malo ya, se ve arrastrado a una apuesta monstruosa. Si estás jugando una partida de póker, miras a los demás jugadores y si no sabes quién es el pardillo, entonces es que eres tú. Pero tenía la guardia baja debido a su avaricia.
Recibe el soplo y con 400k dólares enfila la casa de apuestas seguro de la victoria. Comenzada la supuesta carrera en tiempo real, aparece el contacto del telégrafo que le dice a Lonnegan que se ha equivocado de caballo, que ha apostado mal. El capo intenta que le devuelvan el dinero, pero en ese momento, irrumpen unos agentes del FBI para detenerlos a todos gracias a la colaboración forzada de Redford. Tras una discusión entre los dos protagonistas, Newman y Redford se disparan, muriendo en el acto. El capo es sacado en volandas por un policía corrupto que trabajaba para los del FBI, obligándole a olvidarse del dinero. Una vez fugado el malo, se comprueba que los agentes del FBI no eran sino otros que compinches de Newman que habían engañado al espectador desde el principio. Ni tiroteo, ni muertos, ni nada, el dinero ya estaba en sus manos y la venganza servida en plato frío.
KC me imaginó que pensó que parando el juego de carrera de Barkley tendría la final asegurada. Confiaron en que Hurts y el juego aéreo sería presa fácil para los fieros CBs que siempre han brillado en el equipo de Missouri. Los blitzes exóticos de Spags harían el resto, la OL no era moco de pavo, pero hacía tanto tiempo que no encontraban la horma de su zapato, que difícilmente pensaban que no fuera a funcionar. Habían olvidado el grandioso partido de Hurts hace dos años.
De la defensa de Fangio se habían ocupado 8 veces sin derrota alguna. El juego rápido e imaginativo de Andy Reid ejecutado por el mejor jugador de su generación seguro que iría encontrando los huecos entre las zonas cubiertos por los defensores de Philly. Ya saben, rpos eléctricos, jugadas de engaño, inundar jugadores las zonas para hacerles dudar, buscanr los límites de las mismas, conceptos flood, seams y stick, Kelce por el medio sabiendo leer cualquier tipo de defensa, la rapidez de Worthy…y si la cosa se pone difícil, las piernas de Mahomes son un seguro de vida, una puñalada trapera.
Nada de eso ocurrió. El ataque fue destrozado sin piedad. Fangio buscó en el pasado, en la Super Bowl LV, ganada por los Bucs de Brady la receta mágica: un poderoso rush de sólo 4 defensores, no haciendo un solo blitz, no dejando un hueco por cubrir a la espalda por los 7 defensores restantes. La OL de Chiefs llegó a la cita mermada, como aquel día en Tampa. Thuney movido del LG al LT, Jawaan Taylor no es un seguro como RT, Caliendo ocupando el hueco de Thuney. La apuesta del draft por el tackle Suamataia, primo de Penei Sewell fue un fiasco. Habían salido del paso hasta el momento, pero no había sido atacada sistemáticamente por una DL como hizo Philadelphia. Las costuras llegaron a verse incluso contra los Bills, pero como siempre sucedía, KC encontraba la manera de superarlo.
Josh Sweat, Jalix Hunt y Nolan Smith por los exteriores destrozaron cual bulldozers a los tackles una y otra vez, mientras por el medio Carter (muchas veces atraía a los dos hombres principales de la línea, Humphrey y Smith, posibilitando los huecos para el resto) más Milton Williams, incluso Graham, no dejaban escapatoria posible para los scrambles de Patrick. La demolición fue total. Los Chiefs incluso dejaron de realizar sus rpos características, sus options, no había juego de carrera, dejaron todo en manos de Mahomes, sin aparentemente otra solución que ir poblando un poco el backfield buscando mayor protección, pero que no sirvió de nada. La DL jugó un partido para enmarcar, matrícula cum laude.

Patrick no dejó de correr por su vida, ya no veía receptores abiertos, ni tampoco estaba fino (es verdad que desde el principio, cosa extraña). Nadie estaba jugando bien en ataque, no salía nada, y los pocos errores de Philly, como en una jugada donde Hopkins se quedó completamente solo tras interpretar una mala zone match (se juega en zona hasta que un atacante entra en ella y se le empieza a cubrir al hombre), acabó con inexplicablemente en suelo. Al final, los errores de Mahomes llegaron, groseros, en cierta manera consecuencia de lo que se veía, pero sorprendentes a más no poder. DeJean consiguió un pick six y Baun una intercepción cercana a la end zone que acaban en 14 puntos obtenidos prácticamente por la defensa antes del halftime.
La defensa extrema zonal de Fangio, usando la cover 4 (quarters) presnap, cuatro hombres cubriendo en profundo, teóricamente los CBs llegando más atrás y los safeties patrullando la zona media del campo, más cercanos a la LOS, resulto ser extremadamente flexible, se podía ir convirtiendo en cover 6 (cover 4 en lado fuerte, cover 2 en el débil), cover 8 (lo mismo pero cambiado la asignación de lado) según fuera exigiendo el ataque de Reid, cubriendo cada pulgada del emparrillado. Cabe destacar que sigo sin entender el taque de KC, no sé muy bien qué les sucedió, pero las propias jugadas, en muchos casos iban en beneficio de la cobertura de Fangio, y no hicieron nada para cambiarlo. En algunos casos, como en Kelce, diría que detecté incluso apatía.
Del otro lado del balón fue la puntilla. Spagnuolo, efectivamente, se encomendó en cuerpo y alma en parar a Barkley. Philly nunca dejó de lanzarlo contra ese muro para hacer creíble en todo momento la amenaza terrestre. En el segundo cuarto hubo un momento que los blitzes de KC parecían que podían decantar el enfrentamiento, pero pequeños ajustes en la protección, destacando el trabajo enorme y sucio de Saquon bloqueando, dieron esos mínimos instantes para que Hurts fuera soltando el brazo.
Todos los receptores de los Eagles tuvieron jugadas de mérito, ganando a sus pares: Brown, Smith, Goedert e incluso Dotson. Por el contrario, los CBs de Missouri fueron un desastre toda la noche, siendo exigidos y estresados por el esquema de blitzes y defensa al hombre de Spagnuolo que tantas veces había salido bien. Cuando pensaban que la jugada iría por un sitio, el ataque de Pennsylvania movía sus peones e iba por el otro, parecían ir a remolque siempre.
En el descanso, el 0-24 hubiera significado la muerte para cualquier otra franquicia, pero la mística de invencibilidad del equipo de Reid todavía llamaba a la calma. Era mentira, estaban vencidos, sus caras, la de Kelce sobre todo, camino de vestuarios, eran extrañamente claras. Estaban en la lona. La vuelta de halftime show fue más de lo mismo hasta la jugada maestra que comenzó este artículo.

The end
La temporada de los Eagles, y su final, ha sido histórica. Ha sido una reivindicación para Roseman, Sirianni, Fangio, Hurts, Barkley, la OL, que merece ser mencionada individualmente: Mailata, Dickerson, Jurgens, Becton y Johnson, la defensa al completo, etc…prácticamente del primero al último, una victoria coral, como la de nuestros queridos timadores contra Lonnegan.
Acabaron con el sueño de three-peat de KC, que tendrá que sentarse a pensar en la offseason, como hizo tras la derrota contra los Bucs. Una OL remozada, un corredor potente y un juego de carrera acorde, de la vieja escuela, es completamente necesario en esta nueva liga. Es anecdótica que el equipo que más forzó al cambio de paradigma de la liga se haya quedado, en cierta manera, anacrónico como la melodía de nuestra película…aunque estoy seguro de que seguirán ahí en años venideros. Eso sí, a Mahomes le va a costar, y mucho, cazar a Brady. Por edad sigue por delante, 3-2 en Super Bowls antes de cumplir los 30, Brady tenía 34 con ese palmarés, pero la longevidad y el éxito del QB californiano nunca brilló tanto como el domingo pasado…nunca, ni de lejos, perdió un Super Sunday como las dos derrotas sufridas por el texano en sus veinte añazos de carrera y 10 finales a sus espaldas.
Fangio puede que haya sido el héroe más grande de la final. Su defensa masiva zonal fue una jugada maestra. Sin usar un solo blitz consiguió 6 sacks, 55% de presiones, innumerables hurries y hits, hasta casi desarmar al QB de KC, coronados por dos intercepciones, uno de ellos pick six, y un strip sack donde el brazo de Mahomes corrió peligro.

Barkley finalmente no fue MVP, ese papel le tocaba a Hurts, el as de la manga de Sirianni, que llevaba 2 años esperando este momento. Aprendió de la derrota, asumió un rol secundario esta temporada y supo cumplir con el principal cuando le tocó. Pases exactos, carreras asesinas, todas sus decisiones, por aire y por tierra, salvo la intercepción, fueron correctas. Saquon, me imagino, que se conforma con el OPOY, el récord de yardas terrestre en una temporada y, sobre todo, por el anillo y la reivindicación del juego de carrera.
Sirianni, más calmado que su temperamento italiano natural, se le veía relajado antes del encuentro. Estaba seguro de que, y así lo había comunicado a su staff, KC iba a morder el anzuelo, se centraría en parar a Barkley con todo, casi era hasta una obligación, dejando la puerta abierta a Hurts. En 4 años ha clasificado a su equipo siempre para playoffs, llegando a dos Super Bowls, ganando una. En fin, menuda carrera para este controvertido HC que todo el mundo se preguntaba qué es lo que hacía realmente. Bueno, ahora parece que mucho, ¿verdad? El momento donde le dice al ya HC de Saints, Moore: call it, call it, para matar el partido antes del ya famoso TD de Smith, condensa todo lo realizado estos meses pasados, una pura y clara reivindicación. Ambos, Sirianni y Hurts, podrían ser perfectamente nuestros Newman y Redford, ¿verdad?.
La ventaja de 24 puntos al descanso, la 2ª mayor de la historia en SB, y de 34 a falta de más de 3 minutos del 3er cuarto contra los todopoderosos Chiefs parecen irreales, nos llevan a décadas pasadas. Los de Missouri no realizaron snap alguno en campo contrario hasta después del TD de Smith, una locura. En todo este primer tiempo avanzaron sólo 23 yardas los de KC, consiguieron un solitario 1er down, 1,2 yardas de media por jugada, es inconcebible. Los números de Patrick son de los peores de un QB en una finalísima este siglo… y es la segunda vez que le pasa. Creo que estos números hacer ver la enorme derrota sufrida por los Chiefs, aunque fuera maquillada un poco en el último cuarto.
En definitiva, al final, el mejor RB, la mejor OL y la mejor defensa (no hay que olvidar la enésima reconstrucción de Roseman) se impuso a Mahomes, Reid y Spagnuolo. Hay que recordar la importancia de uno de los fundamentos básicos del football, las trincheras. Sin ellas poco se puede hacer, aunque cuentes con los mejores.
Todo lo anterior ilustra la exhibición y la paliza que me llevó a no dar crédito, a no creer lo que estaba viendo, y que, sin saber cómo, empezará a sonar en mi cabeza esa juguetona melodía del viejo piano de El Golpe, recordándome una vez más que las apariencias, muchas veces, engañan, y que la magia puede estar presente en donde uno menos se lo espera. Menuda temporada de Philadelphia, felicidades al merecidísimo campeón y a sus seguidores. La unión hace la fuerza.
Buena offseason a todos, la larga travesía del desierto está ya delante de nosotros, Lawrence, calienta que sales que ahora a mí me toca descansar un poco…








Comentarios