El Fin de la Eternidad
- tbradgarner
- 1 feb
- 17 Min. de lectura
Actualizado: 2 feb

Viajeros del Tiempo
No sé si les ocurre lo mismo a ustedes, pero para mí, desde bien pequeño, el viaje en el tiempo es uno de mis temas preferidos, tanto en el cine como en la literatura. Películas como, por ejemplo, Regreso al Futuro o Terminator, me han acompañado toda mi vida. Las habré visto decenas de veces y, tanto el Delorean, su condensador de fluzo fluzenado y sus “acojonantes” 140 km/h , como ese trasunto del señor de hojalata, pero con gafas, botas, chupa y motocicleta, cuyo corazón cibernético palpitaba más fuerte que la de muchos de nuestros congéneres… ese pulgar hacia arriba, mientras decidía autodestruirse por el bien de la Humanidad, bañándose en aquella piscina de hierro fundido, metáfora metálica del polvo eres, y en polvo te convertirás…como decía, aquellos dos prodigios mecánicos marcaron mi infancia, nutriendo mi imaginación para siempre.
Como curiosidad, diré que en aquellas películas también encontré otra de mis pasiones, el rock & roll, gracias tanto a la versión increíble del Johnny B. Goode de Chuck Berry del pobre Michael J. Fox (¿quién no recuerda “chicos, escuchad, se trata de un riff en si, cuidado con los cambios y no os perdáis”?), como a aquel paseo en moto a lomos de la salvaje You Could Be Mine de los Guns N’ Roses. Pero esa es otra historia.
Casi todas las películas de este tipo tienen un comienzo y un final parecidos. Suelen empezar con el nervio y la emoción del propio viaje, de la máquina que lo hace posible, de la vida en el pasado o en el futuro…todo es excitante. Y, a pesar de contar con una sóla línea temporal, con varias, con o sin teoría de cuerdas, con el multiverso en persona, los problemas o las paradojas empiezan a aparecer casi de inmediato al modificar cierta situación, bien sea a escala familiar o planetaria, da igual. El propio Homer, por ejemplo, mata sin querer un mosquito en el Jurásico, al que llega gracias a su tostadora, y se empieza a montar la de San Quintín viajando una y otra vez al pasado y al presente, creando un efecto domino descacharrante. Al final, suele ser necesaria la destrucción de la propia máquina.
Uno de mis escritores favoritos es Isaac Asimov, que aunque mayormente conocido por las sagas de los robots y de la Fundación, tiene una novela con una temática diferente, alejada aparentemente del resto, pero que realmente sirve de pistoletazo de salida para las anteriores, que me parece estupenda: El fin de la Eternidad. En ella nos encontramos con unos personajes, los Eternos, reclutados cada uno de ellos en distintas etapas de la Historia por una organización llamada la Eternidad, que, situada más allá del Tiempo, mediante viajes temporales, controlan que la historia de la Humanidad, coartando nuestro (teórico) libre albedrío, no se desmadre, ahorrándonos de dolor y sufrimiento mediante lo que ellos llaman cambios de realidad, alteraciones sutiles ante cualquier desviación detectada respecto a lo esperado…por ellos claro, son los deciden qué tiene que pasar. 1984 pero sin Ministerio de la Verdad, sino a las bravas, aunque teóricamente, en este caso, por el bien común.
Para la Eternidad, la propia tecnología que posibilita este tipo de viajes será la prioridad del género humano, saboteando otro tipo de esfuerzos, ciencias, estudios… sobre todo, los viajes interestelares. Finalmente será esta restricción de la libertad humana, esa falta de apetito por nuevos horizontes, tan de nuestra especie, lo que nos acabe condenando, por lo que el objetivo del protagonista será viajar al pasado y evitar que la Eternidad sea creada. Asimov, en el resto de sus novelas, se centrará en el libre albedrío y cómo llegar a predecirlo (aunque puede ser el preludio de lo anterior). Actual a rabiar.
Ya saben, iré enlazando, no se apresuren, pero por el momento me voy a centrar en lo que debo, en el AFC Championship Game, el partido más esperado del año, jugado el pasado domingo entre dos colosos, los campeones, los Chiefs de Patrick Mahomes, y los eternos aspirantes, los Bills de Josh Allen. No hace falta hacer hincapié del historial reciente de este enfrentamiento, es el gran duelo de nuestros días, Allen domina en regular season, Mahomes gana siempre en playoffs, donde de verdad importa. No me extiendo, ya he hablado de ambos equipos, tanto de los de Kansas City, como de los de Buffalo.

Dominio local
El primer drive es de los Bills y, desde el comienzo, se ve que algo no va bien. En este primer ataque, la OL de Buffalo no consigue contener a su rival, Allen comienza un poco alocado, recordándonos quizás el joven QB que era. En este 3 y fuera, Buffalo intenta misdirections pero sin resultado, la defensa no pica. La presión de Chris Jones se hace notar desde el principio, tanto contra el guard derecho primero, como contra el izquierdo después. En ambas ocasiones los gana con presteza y, junto al DE Mike Dana, que también puede con el buen LT Dion Dawkins, llegan fácil al QB californiano, que, a duras penas, lanza desestabilizado, a punto de cometer una estupidez dos veces seguidas. No es interceptado por la gracia divina. Toda una declaración de intenciones la de la defensa del DC Steve Spagnuolo.
Le toca el turno a los de Mahomes. Con pases rápidos, con RPOs y quick slants, scambles de Mahomes en play action, sin espía, desactivan el rush de la DL de los de Western New York y la defensa al hombre de su DC, Bobby Babich, alejándose de su estándar en zona. A estas alturas del año las pruebas con gaseosa, por favor. Primer ataque y primera anotación de la mano de Hunt, muy activo desde el comienzo, con una zone read con tres backs. que ya habían usado en una jugada previa: una full house pistol, una especie de T formation, con dos TEs a cada lado del QB, y el RB detrás, read option, pulling guard y tackle, cambiando de lado, y dos receptores muy abiertos en cada flanco para bloquear en caso de que la jugada discurra por ahí. Volverán a usarla.
Los Bills empiezan a usar, como es habitual, un lineman extra, más por protección quizás, ya que no son capaces de establecer carrera. Lo intentan por dentro, pero por ahí los de Spagnuolo parecen infranqueables. Usan rutas cruzadas, concepto mesh, tanto contra hombre, como zona. Aquí intentarán el primer tush push de la noche en un 3er down corto. Les costará conseguir el 1er down, Allen tiene que hacer un segundo gran esfuerzo. La DL y los LBs se muestran incólumes por el centro. Un mal snap acaba con el drive que acaba con un FG.
En este punto ocurre una desgracia. A la ausencia del safety Taylor Rapp, se le une la lesión del CB Benford evitando un catch. La secundaría se queda maltrecha. Le sustiruirá Kaiir Elam, al que buscará y quemará Mahomes toda la noche. El cushion que deja a su par es tan grande como un océano. Y sus constantes penalizaciones ayudarán a los locales a llevar a buen puerto más de un drive. KC vuelve a recorrerse el campo con determinación y con parecidas armas, añadiendo las rpos, screens… con el WR Xavier Worthy (Buffalo y sus trades con KC en el draft son para hacérselos mirar) eléctrico, cuando un fallo en una read option produce un fumble que da vida a los de McDermott.

En el siguiente drive, los Bills empiezan a querer establecer juego terrestre con el RB James Cook, por el exterior, no les queda otra. También será un target de los pases de Josh. La defensa local se emplea a fondo, el safety Justin Reid está cerca de la LOS parando carrera o screens, si es necesario, y Dana, a punto de robar el football, y el DE George Karlaftis meten presión siempre que pueden. La formación de la ofensiva visitante del OC Joe Brady suele usar personal 11, con 4 receptores a un lado en bunch, y uno abierto al otro…y empieza a funcionar atacando la defensa zonal local. Los WRs Mack Hollins y Khalil Shakir empiezan a realizar buenas jugadas y Allen empieza a despertar con misiles precisos en ventanas ajustadas entre los safeties. Finalmente, de una read option llega el TD de Cook, cómo no, por el exterior.
La defensa de Bills parece despertar y meter en apuros a los Chiefs. Se tienen que jugar un 4º down saliendo de una I formation, con un rollout a la derecha de Mahomes que nadie sigue. Andy Reid siempre sabe dar con la tecla. Elam sigue siendo el objetivo número 1, y por ahí se desangra la defensa al hombre visitante. Worthy, protagonista, consigue anotar. Un 3 y fuera rápido de Bills con una defensa pegajosa de los de Spags y varios drops devuelve el balón a los de Missouri rápidamente, que con un enorme retorno de Remigio deja al ataque a 40 yardas de la end zone.
Es justo ahora cuando en una 3ª y 5, con el DT Jordan Philips y el DE Dawuane Smoot completamente encima, Patrick consigue, como sólo él es capaz, lanzar el balón a Worthy que, bien cubierto por el safety Cole Bishop, en el aire, logra medio robarle el balón a éste y, ayudado por el turf, en una jugada controvertida, controlar el football. Tampoco importa mucho porque había un defensive holding previo. Con una naked a su derecha, Mahomes consiguen un 10-21, sin aparentemente mucho esfuerzo, con un poco más de 1 minuto para el descanso en el jumbotron.

Dominio visitante
Y es aquí cuando tienen que aparecer las verdaderas estrellas. Y Allen lo es. El partido se decantaba peligrosamente para KC, además reciben el kickoff en el 3er cuarto. Con la defensa lanzando esos blitz tan exóticos de Spags, con LBs e incluso DEs cayendo en cobertura, y secundaria yendo al rush, Allen los evita y se recorre el campo con presteza, con una ofensiva no-huddle. En una 2ª y 10 a falta de segundos, KC al hombre en single high, el QB, con Jones encima de él, moviendo al safety hacia el lado fuerte, que era un señuelo para quitarlo de la ecuación, se saca un lanzamiento profundo de la chistera a las manos de Hollins, que lleva literalmente pegado al gran CB Trent McDuffie, haciéndose con el football de manera espectacular. No sólo llama la atención el WR con sus outfits extravagantes. TD al borde del halftime, hay partido. Tras un offside en el FG, intentan la conversión de 2 puntos con un tush push y son frenados. El centro de la DL local sigue siendo un muro. 16-21.
En el primer drive de la 2ª parte los de Western NY consiguen presionar a Mahomes, que sale en un scramble pero el LB Matt Milano, ahora sí, le espera de spy. A pesar de lo elusivo que es el QB, consigue abatirle y conseguir un sack, echando fuera de la FG range a KC. El momentum parece cambiar.
El posterior ataque visitante, finalmente, es eminentemente terrestre, ahora sí funciona ese extra lineman y Cook corre bien por el exterior, ya que el centro sigue imposible. En un 4º y goal desde la 1, en shotgun, con dos backs a los lados de Allen, Cook y Shakir, que trabaja mucho desde el backfield, éstos se abren a cada lado, el WR a la izquierda, Allen corre a su derecha, pero le corta el paso el DE Mike Danna, que esperaba dicho movimiento, ni los OL que hacen el pull desde el lado contrario puede evitarlo. Josh, sin más opciones, lanza un balón lateral a Cook, que le precedía abierto, Reed primero y el LB Nick Bolton después, le golpean, Cook se eleva en el aire, recibiendo sendos impactos, como el pelele de Goya al viento, pero queda suspendido, colgado de un hilo invisible. En una posición inhumana y, con un esfuerzo titánico, estira su cuerpo lo impensable, mientras que con una mano intenta invalidar la ley de la gravedad el tiempo suficiente para que el balón rompa el plano en la caída… vaya TD.
Los Bills cogen el liderato por 1ª vez. ¿Y si este es su año? …Intentan la 2-point conversión, Jones y Karlaftis encima de Allen, nada, la segunda conversión errada…Buffalo tiene un problema con los downs cortos…pero van ganando 22-21. En el posterior drive los locales son parados a las primeras de cambio. El centro de la DL es un muro, los DTs Ed Oliver y Daquan Jones, junto al DE Greg Rousseau, no dejan avanzar ya a Hunt. Oliver golpea a Mahomes, que no está a gusto.
Balón de nuevo para Allen. Puede ser el partido, restan 2 minutos para el 4º cuarto. Y es aquí cuando lo que está por venir se vislumbra. Spagnuolo se reúne con sus hombres en un corro, no puede dejar que KC se desangre por las venas que abre Cook, hace falta llevar a los de Orchard Park a 3os downs largos, y seguir pelando cada pulgada en jugadas de yardaje corto. La temporada y la historia penden de un hilo. El destino llamando a la puerta. Es hora de un pequeño receso.

Medea
Medea era hija de Eetes, rey de la mítica Cólquida. Nieta del dios del Sol Helios, y sobrina de Circe, la hechicera que retuvo a Ulises en su isla convirtiendo a su tripulación en cerdos. Medea comparte esta faceta brujeril con su tía. Se enamoró perdidamente de Jasón cuando éste cruzo el Ponto Euxino en busca del Vellocino de Oro a bordo del Argos, ayudándole finalmente a conseguirlo mediante embrujos y pócimas para superar las pruebas imposibles que su padre le había impuesto para entregárselo.
Ella ayudó a robarlo cuando Eetes finalmente se lo negó, advirtiendo al héroe la manera de evitar la serpiente que lo custodiaba, una especie de Medusa a la que no se le puede mirar a los ojos, durmiéndola finalmente con un bebedizo. Huye finalmente con el héroe sabiendo que no iba a ser perdonada. Cuando Eetes mandó a su hijo al frente de una flota para recuperarlos, éste pactó con Jasón la entrega de Medea por el Vellocino. Ésta, sirviéndose de sus artes mágicas, hizo que, en un momento dado, su hermano quedará a solas con el héroe, con lo que el argonauta aprovecho el momento para matarlo. Posteriomente, Medea se casó con el famoso argonauta.
Tras llegar a Yolco con el famoso vellón, Pelias, el rey usurpador que había enviado a Jason a por lo imposible a cambio del reino, se negó a abdicar. Medea se encargó de engañar a sus hijas para que creyendo sanar a su padre, acabaran por matarlo. Los habitantes de Yolco aborrecieron tanto a la pareja que los echaron de allí con viento fresco. Acabaron en Corinto, donde tuvieron dos hijos y vivieron los siguientes 10 años. Al final, el rey Creonte, queriendo emparentarse con el legendario héroe, urdió un plan para que Jasón se casara con su hija y Medea fuera expulsada. Ésta se olió el pastel y envío un manto de belleza inigualable para la hija del rey, que, al probárselo, sucumbió entre llamas carbonizada, matando también al rey al ir en su ayuda.
Medea, completamente enajenada, dolida como sólo los que tienen sangre divina pueden estarlo, decide castigar a Jasón matando a sus propios hijos. En fin, una historia terrible que fue inmortalizada en la tragedia homónima de Eurípides, que acababa con el dios Helio apareciendo en su carro celestial para rescatar a su nieta de los airados habitantes de Corinto. En el teatro griego esta escena se representada con la ayuda de una grúa, que lleva al actor que representaba al dios de turno, apareciendo de manera espectacular ante el asombre del respetable. Al aparato en cuestión y, por extensión, al efecto que produce, se le llamo en latín, traduciéndolo directamente del griego, Deus Ex Machina, que literalmente significa el Dios que baja de la máquina, de la grúa. Su usó se extendió en el teatro para salir de marañas argumentales. Aristóteles advirtió que el buen dramaturgo debería evitar su uso, y puso el ejemplo de la Medea de Eurípides. Con el tiempo se convirtió en cualquier recurso imposible, externo, que unos guionistas juguetones y poco ingeniosos usan para llevar lsu historia al punto que quieren, rompiendo el hilo argumental.

Deus Ex Machina
Volvemos al partido. Balón para los de Western NY con ventaja en el marcador. La charla del DC local ha hecho efecto, les cuesta mucho más correr. 4ª y 1 que, con un tush push con Allen volando, se convierte de manera agónica. En el siguiente set de downs vuelve a ocurrir lo mismo. Spags saca el colmillo. Tush push de nuevo y ahora se lía la mundial. Un official da 1er down, otro no…que es el que acaba convenciendo a sus compañeros. Para el que escribe, Allen sobrepasa la línea, era 1er down, pero no hay evidencia clara en la TV. Turnover on downs, balón para Mahomes. Entre Steve y la divina Providencia, el carro de Helios apareciendo en escena, que los equipos campeones tienen siempre de su lado, el momentum parece que vuelve a girar.
El drive siguiente de Chiefs es el típico, marca de la casa, tras desgracias ajenas. KC penaliza cada error del rival cuando más daño hace. Scramble de Patrick por aquí, pase a JuJu tras blitz de Buffalo, que consigue recibir con una ruta dig, por allá, read option por acullá. En un santiamén están en red zone. Otra vez la formación full house pistol. Como antes Hunt era el que corría hacia su izquierda, la defensa de los de Orchard Park carga hacia ese lado, esta vez, leyendo la superioridad en su lado derecho, es Mahomes el que corre, muy a su estilo, heterodoxo, un poco a lo Chuck Berry con su duck walk, pero implacable, imparable. TD y conversión de 2 puntos conseguida. Mira Josh, parece querer decirle la estrella rutilante de la liga, la verdad, es que se hace así. 22-29.
Allen recoge el guante, ¡te vas tú a enterar! Play action, balón para Cooks, que gana un montón de yardas corriendo. En un 3er down largo, bien protegido por su OL, balón a Hollins que deja el balón en la 4, otra big play castigando la cover 2. Pero se vuelve a atrancar Buffalo, 4 down desde la cuatro. Motion en forma de lazo de Shakir, sale de la derecha, detrás del QB, realiza dicho lazo, y sale por la izquierda, llevando a la secundaria con él, abriendo el hueco a la derecha para el WR Curtis Samuel. TD y FG. Menos mal que el 4º down era largo porque hubieran intentado de nuevo el tush push. Cuando no hay blitz, Josh se ve cómodo.
Faltan 6 minutos para el final. Los Chiefs atacan, todos pensamos que conseguirán anotar, es ley de vida, pero el front seven de Bills consigue en red zone don grandes jugadas. Primero, un sack de Jordan Philips comandando una DL que se come a sus oponentes. Todo el lado izquierdo local se desmorona. Hay que recordar el movimiento de Joe Tuney, siendo guard, hacia el LT, sobresaliente hasta la fecha, con Caliendo en su lugar primigenio. Hay que golpear ese lado. Luego, en el 3er down, el rush sólo con 3. Philips presiona a Mahomes forzando el incompleto. Sólo FG, 29-32 y son 3 minutos los que restan para el end of regulation.

¡Qué se pare el tiempo! ¡Nessum dorma! Es el momento de Allen, el momento que sueña hace ya años, lo que siempre quiso contra KC: tener el balón para un último drive ganador y no dejar tiempo a Mahomes, es la única manera de matar a la serpiente que custodia el Vellocino. La DL local, sabiéndo lo que hay en juego, presiona como nunca, pero nadie se queda de espía, scramble del QB, que consigue unas cuantas yardas hasta casi el centro del campo. Y aquí, en este punto, es donde encontramos el nudo gordiano. Two minute warning …4ª y 5, señoras y señores. El partido, la eliminatoria, llegar a New Orleans, la historia en juego.
Cuatro hombres a la izquierda en bunch, uno en el otro extremo, el RB Ty Johnson. Empty formation. Shakir en motion, un boomerang, hacia dentro primero, finalmente vuelta al punto de origen, intentando emular el último TD. La defensa no le sigue, no se mueve ni un cm, están en zona. Hay 6 defensores en la LOS y 5 cubriendo, pero con una salvedad, en el lado en el que sólo está Johnson, que le cubre McDuffie, también está el safety Justin Reid…del otro lado, con tres, y hasta 4 receptores, la defensa parece desguarnecida, ¿por qué?.
Allen ve a Dana y Jones en el lado izquierdo, miedo que dan, por lo que avisa a su OL para bloquear en esa dirección…dirá que no vio nada raro, la línea tampoco, desde la banda tampoco, y eso que contaban con el parón de los anuncios para pensar que Spags siempre tiene un as debajo de la manga. Nadie ha visto nada. Han caído en la trampa. Bolton que estaba amagando un mug blitz en el gap A, al final cae en cobertura, como el propio Dana hacia el lado del bunch de Buffalo, el atrevimiento del OC es, permiítanme la expresión, acojonante. Del otro lado llega la magia, McDuffie no cubre a Johnson, va al blitz, el safety de su lado, muy alejado para que nadie averigüe el plan maestro, acelera para cubrir el hueco dejado por el CB. Reid, como decía, a su lado, carga con Karlaftis. La OL, para más inri, haciendo el slide hacia la izquierda.
Hay guards bloqueando al aire, cuatro OLs para Jones, y puñales ensangrentados entrando en la carne fresca por el lado derecho del QB sin oposición alguna. Josh tiene dos opciones, ir a la izquierda o a la derecha. Sin tiempo, opta por moverse a su derecha, no ve el fuego alzándose en ese lado porque tiene en mente hacer la jugada ordenada…da unos pasos retrocediendo, los lobos huelen la sangre, en un salto hacia atrás, con las fauces en su cuello, en una especie de fadeaway, lanza un balón increíble que surca el cielo como el carro de Helios, recorre el mundo entero, ahora sí que el tiempo se detiene por completo…aunque el blitz ha sido colosal, los que caen en cobertura no lo hacen bien, mucho campo que cubrir para defensores de toda condición…hay huecos por todos los lados, Kincaid, corriendo su ruta cruzada y profunda hacia el corner del otro lado se encuentra milagrosamente abierto, como el Mar Rojo, con ese pase imposible, rectifica un poco, el balón cae finalmente del Olimpo, rebota en sus brazos…y se le escapa. No, por Dios, tanto esfuerzo para morir en la orilla.

Hay equipos malditos y otros bendecidos por los dioses. Helios realmente venía a ayudar a los de Missouri, de nuevo, con forma de Spagnuolo, que lo ha vuelto a hacer. Jaque mate, Deux Ex Machina… no lo es, claro, se le podría considerar así por lo oportuno de sus apariciones, pero hay mucho trabajo e ingenio detrás, y bueno, dejémoslo en bravura, por no decir un par de cosas más…siempre que se le necesita, aparece, como el genio de la lámpara de Aladino.
El Fin de la Eternidad
¿Recuerdan la película Frequency?, es aquella en la que un hijo es capaz de, gracias a una vieja radio y una aurora boreal, contactar con su padre, bombero, fallecido 30 años atrás, justo antes de que perezca en un incendio terrible. Tras la sorpresa inicial de ambos, finalmente, logra convencer el hijo al padre de que realmente es quién dice ser, gracias a las World Series de 1969, gracias a los Miracle Mets, consiguiendo avisarle del peligro que va a correr y que, en lugar de seguir su instinto en el incendio del almacén que acontecerá al día siguiente, tiene que ir por el otro lado, por el otro lado por Dios, porque, a pesar de las apariencias, por ahí tendrá una oportunidad, si no morirá. El padre, con la mosca tras la oreja aún, llegado el momento, con las llamas en derredor, hace caso a su hijo del futuro, consiguiendo esquivar a la Parca. Luego, como les decía, como en las historias de viajes temporales (aunque está no lo sea del todo, comparte la esencia) ese cambio desencadenará otros eventos imprevisibles y terribles.
A lo que voy, un poco a lo William Wallace: qué no darían todos los seguidores de los Bills por tener una oportunidad, sólo una oportunidad de volver allí, a ese 4º down, y poder avisar a Allen (a Brady, a McDermott, a la OL o al que sea) de que no siga su instinto, de que no vaya a su derecha, de que elija el camino de la izquierda, sí, en el que Jones y Dana le esperan amenazantes, ése, con sus receptores abriéndose desde el bunch, ése con Shakir en motion con un hueco oceánico en la flat y más allá, que incluso puede ayudar bloqueando si usa Josh sus piernas…qué no darían por avisarle a tiempo y derrotar a KC Chiefs? Puede que nos quiten…je, je, je no, no voy a seguir.

Para su desgracia, la realidad es más dura que la ficción, y todo se acabó en un instante, sin posibilidad de marcha atrás. Aún podían recuperar los Bills el football si hubieran parado el último drive local, pero Andy Reid nunca dejaría que sucediera tal cosa. Triple slant a la derecha contra la defensa al hombre despeja el camino para que el RB Samaje Perine salga del backfield y explote el hueco dejado por todos esos hombres. Mahomes lo ve fácil. Son invencibles.
Y voy finalizando. Pudo ser el partido de Allen y los Bills. Lo tuvieron todo a su favor, salvaron difíciles vicisitudes, se crecieron durante el encuentro y tuvieron el football para ganar. ¿Qué más se puede pedir? Pero, como si se tratara del Fin de la Eternidad, los Chiefs parecen encontrarse fuera del Tiempo, parecen conocer a priori cada acción rival, como si conocieran lo que va a suceder y, por tanto, llevar a cabo los oportunos cambios de realidad que mantengan la felicidad del mundo, en este caso, del suyo, claro.
Además, al contrario de lo que sucede en todas estas historias, su realidad no se ve comprometida, no acaban de desatar la Caja de Pandora, no hay efectos secundarios terribles, no hay necesidad de destruir la máquina, esa máquina del Tiempo que tanto Mahomes, Reid y Spagnuolo, nuestros trasuntos de los Eternos en este artículo, parecen usar para adelantarse siempre a sus rivales cuando más importa. Son los mejores y están a un paso de romper, por completo, la Historia y al propio Tiempo. Sólo les queda un último paso.
Mientras tanto, Josh Allen ha acabado de nuevo en la piscina de hierro fundido, otro año, otro enero, otra vez. No hay Delorean que valga en Western NY. Me imagino que todos los seguidores de la NFL, menos los de KC, lloran por él, porque sigue sin conseguir salvar su mundo. Éste sigue siendo el mismo, el mismo en el que cuatro otoños seguidos llegaron al Super Sunday los hombres comandados por Jim Kelly, para perderlos una y otra vez, el mismo en el que en 4 playoffs, Josh Allen sale derrotado contra el GOAT entre los QBs menores de 30 años, dejémoslo por el momento ahí, contra el gran, el enorme, Patrick Mahomes.








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